Después de casi un año, Doctor Who regresaba a las pantallas inglesas este 25 de diciembre para celebrar la Navidad con “El retorno de Doctor Misterio”.
En esta ocasión El Doctor viajaba a Nueva York para contarnos una ¿típica? ¿entrañable? ¿divertida? ¿memorable? Historia de superhéroes. El episodio no ha sido tan emotivo como el último visto, pero sí entretenido, optimista, y nadie ha muerto, lo cual es positivo.
En el episodio navideño de Doctor Who, Steven Moffat nos muestra su pericia con la pluma al trasladarnos a un mundo típicamente americano, el de los superhéroes. Homenajea al género con sus tópicos y hace guiños a los fans. “Yo soy el único, el primero, todos los demás vienen después de mi.” Moffat se mete en un mundo americano y sale bien parado, puesto que une ese mundo con el que él conoce bien, el de Doctor Who. Hace cómplice al espectador, a veces somos El Doctor, a veces Nardole, a veces Grant y otras somos todos.
El Doctor 12 sigue siendo tan loco, inesperado, gruñón, divertido y sorprendente como siempre. También es un poco triste, ha perdido a muchos seres queridos en su viaje y siempre cuesta decir adiós. “Las cosas siempre acaban y siempre es triste. Pero también comienzan y eso es alegre.”
El episodio nos deja a medio camino entre la nostalgia, la tristeza, la alegría, la esperanza y la felicidad. Pero sobre todo nos deja con ganas de más. Nos deja con ganas de que vuelva y poder disfrutar de Doctor Who cada semana.
Lamento disentir, pero este episodio me ha parecido una mierda!. Ya no queda nada del Steven Moffat que tantas alegrías nos dio en las primeras temporadas donde él fue el escritor de capítulos maravillosos llenos de ingenio y sobretodo muy divertidos. “El regreso del Doctor Misterio” está lleno de ideas prestadas que intentan disfrazarse de “homenajes” cuando no son otra cosa que falta de imaginación. No odio a doctor Who, pero hay que ser imparciales y no convertirse aduladores gratuitos de la mala calidad de nuestra reciente televisión. En pocas palabras, parece que todo tiempo pasado fue mejor y me quedo con el Moffat de “BlinK” que aun prestando muchas ideas, fue ingenioso y sobretodo divertido